Mantenerte en movimiento tiene grandes beneficios para ti y uno de ellos es la capacidad de que tu cuerpo se acuerde de su nivel de resistencia desarrollada en un punto y vuelva recobrar su estado de forma rápida. Aún si tienes que dejar tus entrenamientos de gimnasio por un largo tiempo. La memoria muscular es uno de los conceptos que debes conocer en tu camino a mantenerte en forma y en esta publicación te decimos qué es y cómo funciona.
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Tu trabajo en el gym tiene grandes beneficios
Si alguna vez has aprendido a andar en bicicleta, ten por seguro que el día en que te vuelvas a subir a una, después de muchos años de no hacerlo, el cuerpo sabrá exactamente qué debe realizar para avanzar. Lo mismo sucederá con otras actividades deportivas como lanzar la pelota o patear el balón.
Si bien estas acciones dependen de las neuronas del cerebro, y no de una memoria muscular, pueden servir de ejemplo para entender de qué forma podrás retomar tu nivel en un entrenamiento de fuerza, recuperando el volumen de tus músculos y su resistencia. Tus sesiones en el gimnasio no serán en vano, todo el trabajo realizado desde un inicio valdrá la pena al poder recobrar tu nivel y seguir tu camino a lograr la mejor versión de tu figura.
¿Qué es la memoria muscular?
Dentro del músculo hay un núcleo donde se almacena la información del tamaño de la fibra muscular que se ha conseguido. Estos datos permanecerán ahí durante muchos años, por lo que, cuando hay un regreso a la actividad, tras una pausa muy prolongada, las fibras musculares lograrán recobrar su tamaño de una forma más rápida.
Si bien las fibras musculares perderán volumen en el periodo de ausencia, los núcleos se quedarán estáticos. No se presentará una disminución ni en su cantidad, ni en su volumen. Se mantendrán estables.
Tomando como respaldo la información de los núcleos, la memoria muscular se encarga de todo lo relacionado con los cambios que sufren las células de tus músculos producto del ejercicio.
La memoria muscular no tiene edad
Los beneficios de mantenerte activo a través del trabajo en el gimnasio no solo son a corto plazo, sino también representan un enfoque al futuro. Adoptar hábitos saludables te asegurará una mejor calidad de vida adulta. Si actualmente haces ejercicio, los beneficios a nivel celular se prolongarán durante el resto de tus días. Esto se presenta con una forma muy efectiva de hacer frente a procesos como la sarcopenia, es decir, la pérdida progresiva de masa muscular que acompaña al envejecimiento.
La memoria muscular no tiene edad, cualquier momento es el ideal para iniciar a desarrollarla. Adoptar el entrenamiento de fuerza en un gimnasio, como tu manera de estar en movimiento, es una gran elección. Se trata de una buena alternativa para estar activo y asegurar cambios positivos en tu vida y, sobre todo, en tu salud.
A edades tempranas se puede recomendar ir al gimnasio para que el cuerpo de los jóvenes se vaya desarrollando y aseguren un buen nivel de resistencia. Por otra parte, durante la vida adulta es la mejor forma de desarrollar los músculos que cubrirán tus huesos, dándoles la protección que necesitarán en el futuro.
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