Pausas Activas en el Trabajo: Tips para Mantenerte en Movimiento

Pasar largas jornadas en la oficina, ya sea sentado frente al escritorio o a la pantalla, puede afectar negativamente tu salud física y mental. Descubre cómo tomar pausas activas en el trabajo se convierte en una de las mejores estrategias para contrarrestar estos efectos, optimizando la productividad y el bienestar general de los trabajadores. Acompáñanos en este viaje hacia una rutina laboral más activa y equilibrada mediante las pausas activas en el trabajo.


¿Qué son las pausas activas en el trabajo?

Las pausas activas en el trabajo son breves interrupciones dinámicas durante la jornada laboral. Están diseñadas para contrarrestar los efectos perjudiciales del sedentarismo y mejorar tanto la salud física como mental. Este concepto va más allá de simplemente detenerse unos minutos; implica levantarse de la silla para realizar movimientos suaves y ejercicios específicos que activan el cuerpo. Además de que promueven la circulación sanguínea y evitan la rigidez muscular, también estimulan la concentración y reducen la fatiga mental. Al mejorar la movilidad y la atención, las pausas activas contribuyen directamente a un ambiente laboral más saludable y productivo.

Ratificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las pausas activas se originaron en 1925 en Polonia bajo el término “gimnasia de pausa”. Destinada a los trabajadores de fábricas, esta práctica se extendió por toda Europa para disminuir la fatiga industrial, corregir deformaciones posturales y mejorar la salud del trabajador.


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Beneficios de las pausas activas en el trabajo

Más allá de simplemente romper la monotonía, las pausas activas ofrecen una serie de beneficios significativos:

1. Mejora de la concentración y productividad

Levantarse, estirarse y moverse aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, mejorando la oxigenación y nutrición de las células cerebrales. Esto brinda a la mente la oportunidad de recuperarse, favoreciendo así la concentración. Además, la actividad física durante las pausas activas también libera endorfinas, neurotransmisores asociados al bienestar emocional. Esto tiene un impacto positivo en la motivación y actitud hacia el trabajo.

2. Reducción del estrés y la fatiga

Apartarte de la pantalla y cambiar el enfoque ayuda a reducir la carga mental, disminuyendo los niveles de estrés y fatiga. Este cambio de perspectiva permite regresar a las tareas con una mente clara y renovada.

3. Aumento de la flexibilidad y movilidad

Estiramientos y movimientos durante las pausas contrarrestan la rigidez derivada de largas horas en la misma posición, reduciendo el riesgo de dolores crónicos asociados con la postura.

4. Fomento de la actividad física

Incluso en pequeñas dosis, la actividad física regular durante las pausas activas se vincula directamente a la prevención de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados con el sedentarismo.

5. Fortalecimiento del vínculo laboral

Compartir momentos de actividad física ligera crea un ambiente positivo y colaborativo, que puede tener un impacto positivo en la dinámica laboral, mejorando la comunicación, la cooperación y el apoyo mutuo entre los colegas.


Movimientos y ejercicios para tus pausas activas

Existen varios ejercicios que son prácticos y efectivos para realizar durante una pausa activa en el trabajo. Estos se pueden adaptar fácilmente al entorno de la oficina y no requieren equipo especial. Aquí hay algunos ejemplos:


Tips para mantenerte en movimiento en la oficina

1. Pausas activas programadas

Utiliza aplicaciones o recordatorios en tu teléfono o computadora para programar pausas activas a lo largo del día. Una forma efectiva de hacerlo es mediante la técnica Pomodoro, que consiste en dividir tu trabajo en intervalos de 25 minutos (llamados “pomodoros”) con breves pausas activas de 5 minutos entre ellos en las que podrás levantarte, moverte y estirarte.

2. Utiliza las escaleras

Opta por subir y bajar las escaleras en lugar del ascensor siempre que sea posible. Esto añade actividad física y beneficia la salud cardiovascular.

3. Pausas para caminar o tener una reunión

Aprovecha las pausas para dar breves paseos alrededor de la oficina.

4. Pelota de pilates

Si es posible, considera utilizar una pelota de pilates, también conocida como pelota de ejercicio, en lugar de una silla. Esto puede ayudar a mejorar la postura y activar los músculos centrales.

5. Rutinas de estiramiento en tiempos muertos

Incorpora rutinas de estiramientos cortos mientras esperas que se cargue un archivo, imprima un documento o durante una llamada telefónica. 


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Incorporar pausas activas en el trabajo es una estrategia valiosa para mejorar tanto tu salud física como mental. Estos breves momentos de movimiento no solo rompen la monotonía, sino que también aportan beneficios sustanciales, desde la mejora de la concentración hasta la reducción del estrés y la fatiga.

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