“Se me hizo fácil” es una frase muy común que escuchamos cuando alguien se ha lastimado por haber realizado incorrectamente un calentamiento, un ejercicio o haber usado un aparato del gimnasio sin asegurarse de seguir las instrucciones.
No debes olvidar que si los atletas profesionales que reciben asesoría 100% personalizada son propensos a lastimarse, con mayor razón una persona que realiza ejercicio de forma autónoma debe cuidarse, por ello es muy importante contar siempre con la asesoría u orientación de un profesional en la actividad deportiva que se practica.
7 consejos básicos para prevenir una lesión deportiva
1. Realízate un chequeo
Pareciera obvio, pero muchas personas pasan este proceso por alto confiando en su salud y estado físico; sin embargo es muy importante que acudas al ortopedista para que te indique si necesitas usar calzado especial y con el cardiólogo para revisar tu frecuencia cardiaca. Con los exámenes en mano acércate a un entrenador personal para que te ayude a diseñar un programa de entrenamiento que atienda tus necesidades sin forzar tu cuerpo.
2. Asesórate con un experto
Previo a realizar cualquier rutina, se recomienda que consultes con un experto en acondicionamiento físico o entrenador personal qué ejercicios son los que debes realizar y cuál es la forma correcta de ejecutarlos. También es importante que ante cualquier señal de dolor o molestia que presentes antes, durante o después de la rutina, lo comuniques inmediatamente a tu entrenador.
3. No olvides hacer tu calentamiento
Es común que tengas poco tiempo para entrenar y quieras llegar a realizar ejercicio como si el cuerpo estuviera listo, pero la realidad es que no lo está. Es muy importante realizar estiramientos (calentamiento), de acuerdo a la actividad que vayas a realizar, para que el cuerpo se vaya preparando y adaptando. Recuerda que casi todos los ejercicios consisten en un uso activo y constante de las extremidades, por lo que una fase de calentamiento general que involucre piernas, torso, espalda y hombros será de gran ayuda.
4. Observa tu cuerpo durante el entrenamiento
La conciencia corporal es la clave en los entrenamientos. Debes tratar de percibir si los movimientos son los correctos o si sientes alguna incomodidad. También evita accidentes revisando si el aparato se encuentra bien ajustado y correctamente colocado. Una buena sugerencia es ver el ejemplo de uso que viene en algunos aparatos, de no contar con ello, no dudes en acercarte a cualquier instructor.
5. Maneja pesos y/o intensidad que realmente puedas soportar
Si cargas pesas o tomas algún tipo de clases el consejo es el mismo…no por querer ser el que más cargue o el que más rápido haga el ejercicio descuides los pesos y el ritmo que verdaderamente puedes soportar. Asegúrate de realizar completos los ejercicios con una técnica y postura adecuada, de nada sirve ser el que más carga si no lo haces bien, porque al final solo lastimarás a tu cuerpo.
6. ¿Estiramientos después del entrenamiento?
Así es, además de estirar previo al ejercicio también es importante hacerlo después de la rutina. Estirar todo tu cuerpo es clave para mejorar la circulación sanguínea permitiendo que los nutrientes se transporten de mejor manera y logren ser absorbidos, también ayuda a que los niveles de ácido láctico, que se acumulan en la sangre del tejido muscular, sean evacuados de manera más rápida y eficaz para poder ser reutilizados.
7. Descanso
Se trata de la parte fundamental de tu entrenamiento para que los resultados sean los correctos y los que tú quieres ver. Así que si tu instructor te pidió uno o dos días de descanso hazle caso para que no comprometas los resultados o tengas sobrecarga muscular y esto te lleve a una lesión.
No quieras tratar de parecerte a la Mujer Maravilla o Superman al realizar actividades físicas que estén fuera de tu acondicionamiento físico y lo único que ganes sea una lesión deportiva.