Para lograr mejores resultados en el gimnasio, existen diversas técnicas y recursos que pueden acomodarse a tus necesidades y condiciones. Los ejercicios con ligas de resistencia son una de esas buenas opciones. Se trata de un accesorio barato, fácil de transportar y almacenar y que además permite entrenar los grandes grupos musculares, añadiendo un extra de intensidad.
Si quieres descubrir cómo complementar tus rutinas, te recomendamos que continúes leyendo hasta el final de esta publicación.
El poder de los ejercicios con ligas de resistencia
Las ligas de resistencia son un accesorio elaborado de material elástico, que, al estirarlo, ofrece una oposición a ciertos movimientos del cuerpo. Su objetivo fitness es someter a los diferentes grupos musculares a una tensión constante que permita estimular sus fibras y, de esta forma, fomentar su crecimiento.
Aunque en los últimos años se han colocado como uno de los mejores implementos para entrenar fuera del gym, también te servirán en tus rutinas en Smart Fit. En el gimnasio, su empleo no se realiza tanto de manera directa mediante la acción o tracción con el cuerpo, sino que se pueden usar en máquinas o pesos libres (barras, mancuernas o discos) como una forma extra o diferente de resistencia.
Opciones de uso en el gimnasio
Si colocas una liga de resistencia enganchada a la barra al realizar un press de banca, incrementarás la intensidad del movimiento sin necesidad de aumentar el peso. Esto se logra sobre todo por la fuerza que interviene en algunas fases del movimiento como la concéntrica, cuando vas en contra de la gravedad y que en su mayoría es al inicio. En este caso, a la carga que supone el peso se suma la tensión que aplica la liga sobre la barra, lo cual te impedirá elevarla tranquilamente y tendrás que experimentar un mayor esfuerzo.
Pero también la fase excéntrica o negativa, es decir, cuando vuelves a la posición inicial, se verá beneficiada al seguir trabajando los músculos. Si no ofreces resistencia, la liga te llevará a bajar mucho más rápido, por lo que te estarás forzando a frenar un poco la velocidad y controlarás en todo momento el retorno, haciendo que la oposición sea mayor.
Más puntos de tensión
Otra ventaja que ofrecen las ligas es que lograrás darle un estímulo diferente, ya que la resistencia de las ligas no es la misma durante todo el recorrido. Cuando realizas un ejercicio con mancuernas, llegarás a una parte en el rango de movimiento que funciona como punto neutro, es decir, no existe tensión alguna o es muy poca. Pero si incorporas una liga de resistencia, podrás agregarle una oposición que intensificará el esfuerzo y llevará a tus músculos al extremo.
Pongamos de ejemplo los levantamientos laterales con mancuernas. Aquí, la mayor resistencia la encontrarás al momento de elevar los brazos casi a la altura de tus hombros. Pero por el contrario, en la posición inicial, cuando tus manos están más cercanas a tu tronco, no sentirás una gran resistencia. Al colocar una liga al lado contrario a donde vayas a levantar el brazo, estarás creando otro punto de máxima tensión y aprovecharás todo el rango de movimiento.
Si quieres más opciones con ligas de resistencia, el remo, la sentadilla o el peso muerto en sus diferentes variantes también se prestan para utilizarlas. Por si fuera poco, tienes la opción de usar este accesorio con el fin de activar tus músculos antes de someterlo a una gran tensión, como una especie de calentamiento o preparación.
Aprovecha la versatilidad de las ligas
En muchas ocasiones, el estancamiento suele apoderarse de tus entrenamientos. Aunque realices todas las repeticiones, controles el movimiento y agregues mayores pesos, los resultados parecen no llegar. Es aquí donde los ejercicios con ligas de resistencia tienen la opción de ofrecer el fruto esperado.