En la actualidad encontrar un equilibrio entre los diferentes tipos de entrenamientos que existen no parece ser tan complejo, sin embargo, es prudente que establezcas prioridades a la hora de armar tus rutinas. Tomando como base tus objetivos podrás establecer rutinas y días para realizar por ejemplo el ejercicio funcional o para las tradicionales pesas en el gimnasio. Saber cuál es el mejor ejercicio depende completamente de qué quieres obtener y cuáles son tus opciones para mezclarlo y darle variedad a tu rutina.
Lo primero que debes saber es para qué funciona cada tipo de entrenamiento, así como sus principales características. De esta forma podrás establecer cuál es el que va más enfocado hacia tus metas, cuáles son sus puntos débiles y cómo complementar con otro tipo de rutina.
Ejercicio funcional
Tiene su origen en tratamientos de rehabilitación para lesiones que no sólo ocurren en el gimnasio, además involucra acciones musculares básicas que pueden presentarse en la vida cotidiana, por lo que en la actualidad se ha vuelto uno de los más populares. Algunas de sus características principales son:
- Se utilizan grupos musculares completos de manera simultánea, beneficiando la activación completa.
- Mejora la postura y la posición de tu cuerpo, siempre y cuando se realice de manera apropiada.
- Estéticamente hablando, los músculos que se desarrollan con entrenamiento funcional suelen verse más naturales acorde a la complexión de quien lo ejecuta.
- Los músculos centrales participan en prácticamente todos los ejercicios.
- Al promover la activación muscular completa en un patrón constante de movimiento, permite un desarrollo de fuerza máximo, previniendo lesiones dentro y fuera del gimnasio.
Pesas
El entrenamiento tradicional con pesas es una gran opción cuando lo que estás buscando es ganar masa muscular, tener músculos bien definidos o incluso incrementar tu fuerza en zonas específicas del cuerpo. Sus principales objetivos son:
- Su enfoque se centra en el aislamiento muscular para poder desarrollarlo de manera estética y llevarlo a su límite con la sobrecarga muscular.
- Se puede hacer sentado o apoyado para evitar el trabajo de músculos no involucrados.
- No se relaciona con movimientos que usamos en la cotidianidad.
- Sirve para desarrollar músculos mucho más voluminosos.
- Los movimientos son más controlados, a un ritmo lento y en repeticiones mecánicas.
Como puedes darte cuenta, ambos tipos de entrenamiento persiguen objetivos diferentes, por lo que se pueden complementar de una manera casi idónea cuando se busca un equilibrio entre fuerza y resistencia. Si decides complementarlos una opción es realizar entrenamientos cruzados, es decir, un día enfocado a fuerza haciendo tu rutina de pesas cotidiano y el siguiente a resistencia.
Recuerda que en Smart Fit contamos con profesores y entrenadores que te pueden orientar para que realices tus rutinas de manera apropiada y que no te sobrecargues, recuerda que también es necesario dormir y alimentarte bien, además podrás encontrar más de una actividad para complementar tu entrenamiento con clases o pesas que te harán tener una rutina completa y entretenida.