Una de las preguntas más comunes al asistir al gimnasio, sobre todo en el caso de las mujeres, es si los ejercicios de cardio deben realizarse antes, durante o después de una rutina de pesas. Aunque pudiera pensarse que el orden no altera el producto, en realidad sí lo hace. Todo depende de los objetivos que estés buscando.
Si tu meta es aumentar la masa muscular y quemar grasa, es claro que tus necesidades serán estimular siempre el músculo llevándolo a su máxima intensidad. Para lograrlo, además de comer mucha proteína y descansar adecuadamente para que tus músculos respondan efectivamente, es recomendable que separes el cardio de las pesas.
Al realizar primero el cardio, consumirás el glucógeno de tus músculos, lo que significa que a la hora de hacer tu rutina de pesas tus músculos no podrán llegar a su máxima intensidad porque ya estarán fatigados. No te quedará más combustible y eso hará que no rindas lo suficiente, que no levantes todo lo que deberías y que no logres todas las repeticiones que buscabas.
Si por el contrario realizas las pesas primero, tus músculos estarán frescos y quemarás grasa desde el primer momento. Una recomendación es que hagas calentamiento unos cinco minutos antes de empezar tu entrenamiento con pesas.
Luego de tu rutina podrás hacer 30 minutos de cardio suave, en los que quemarás inmediatamente grasa porque tu ritmo cardiaco ya habrá estado trabajando desde antes.
Otra opción muy utilizada es dejar el entrenamiento cardiovascular en días separados frente a los que dedicas a la rutina de pesas. A esta técnica se le llama cardio estratégico. Algunos expertos aseguran que es más efectivo, sin embargo, es importante que siempre le preguntes a un asesor de Smart Fit qué es mejor para tu tipo de cuerpo y las metas que te has propuesto.