Quemar grasa del cuerpo es uno de los objetivos más comunes de quienes asisten al gimnasio y además, el protagonista de un gran mito que tiene que ver con la sudoración que resulta del ejercicio. Se cree que una señal de que se está logrando bajar de peso a través de la quema de grasa es a través del sudor, pero comencemos a desentrañar este misterio conociendo a qué se debe esta reacción del cuerpo.
La sudoración que aparece cuando realizas una actividad física es el mecanismo del organismo para nivelar la temperatura. Se trata de agua y minerales que tu cuerpo expulsa, pero que recupera de inmediato al hidratarte y comer, por lo que aunque acabes empapado no estás garantizando resultados más rápidos.
Más que preocuparte por los litros de sudor en tu playera, a lo que debes estar atento es a quemar calorías. Toma en cuenta que para adelgazar debes lograr un déficit calórico, es decir, quemar con el ejercicio más calorías que las que consumiste durante todo el día.
Debemos aclarar que la grasa corporal en realidad no se quema, en realidad cuando nuestro cuerpo trabaja la transforma en energía. Mientras más esfuerzo, más energía será necesaria. Es ahí cuando tu metabolismo comenzará a usar los tejidos grasos del abdomen, espalda y piernas, etcétera.
Si creías que usar ropa y accesorios que provoquen una sudoración excesiva era tu mejor estrategia, es momento que vayas pensando en otra alternativa y te enfoques en ganar músculo en el gym cumpliendo cada uno de los ejercicios de tus rutinas.
No olvides que si uno de tus objetivos es reducir tallas y peso, lo ideal es combinar pesas y cardio. Para obtener mejores resultados, ¡acércate a los entrenadores de Smart Fit! Ellos te orientarán acerca del tiempo y los ejercicios adecuados para perder la grasa de tu cuerpo.
Aunque ahora sabes que sudar no es exactamente quemar grasa, no olvides llevar tu toalla al gym y hacer algunos minutos en la caminadora. Consulta a uno de los expertos de Smart Fit para hacer más eficiente tu rutina.