Existe una falsa creencia de que el ejercicio sólo se debe realizar en ayunas y seguramente te resultará extraño ver a algunos usuarios del gimnasio consumiendo alimentos antes de entrar o de iniciar su entrenamiento. La realidad es que comer antes de cualquier actividad física no sólo te ayudará a lograr tu objetivo, sino que además te dará ese plus de energía que requieres para lograr hacer tu rutina al 100% y cuidar tu salud al mismo tiempo.
Los dos puntos más importantes que debes considerar son: qué comer y cuándo comerlo. Es indispensable optar por una dieta saludable con horarios apropiados para una buena digestión, permitiendo que todos los nutrientes se aprovechen al máximo y dando energía en vez de grasa acumulada al cuerpo. Así que toman en cuenta los siguientes consejos para que tu entrenamiento no sea una tortura en ayunas.
Combustible antes de hacer ejercicio
La comida antes de tu entrenamiento se convertirá en el combustible que tu cuerpo usará para ejecutar las rutinas, evitando la fatiga excesiva y además de ahí creará músculo, por lo que es importante que en esa carga de alimentos se incluyan los siguientes tipos de alimentos:
- Carbohidratos: arroz, pasta, cereal y frutas son una fuente estable de energía de fácil absorción a la hora del ejercicio.
- Jugos: ya sean de verduras o frutas. Al estar en forma líquida serán absorbidos de manera más sencilla por el torrente sanguíneo, brindando un disparo de energía y glucosa.
- Aguacate: una deliciosa ensalada con este manjar verde lleno de grasas buenas, vitamina B, magnesio y proteínas de alta calidad es ideal previo a tu rutina. Es un recuperador muscular y un magnífico aporte a la construcción muscular.
- Líquidos: cuando realizas ejercicio pierdes una gran cantidad de agua del cuerpo, lo que puede causar deshidratación y dolorosos calambres, por lo que deberás incluir al menos un litro de agua previo a tu entrenamiento, así como pan de granos enteros, yogurt, avellanas, nueces, germen de trigo y plátano.
- Té verde: además de reforzar tu sistema inmunológico, acelera el metabolismo de una manera muy similar a la que lo hace el café, pero sin afectar el sistema nervioso.
Recuerda que es fundamental saber cuándo comer. Toma en cuenta el proceso de digestión, así que come al menos 1 hora antes de iniciar tu rutina, de otro modo tu cuerpo estará más ocupado en hacer digestión que en usar esos alimentos para llenar tu batería.