¡Respeto al derecho ajeno! 5 reglas de etiqueta en el gimnasio

Desde pequeños nos enseñan que en caso de una emergencia se deben seguir 3 sencillas reglas de comportamiento: no corro, no grito y no empujo; pero cuando te inscribes al gimnasio no te brindan un manual de buenos modales, generalmente tienes que hacer uso de tu sentido común y ahí es donde se complica todo, por eso aquí te presentamos algunas reglas de comportamiento ideal que te convertirán en el usuario favorito de todos los que comparten el mismo horario de rutina.

5 Reglas de convivencia en el gimnasio

1- El sudor, sólo en tu frente

Seguro en algún momento te ha tocado esa desagradable situación en la que justo cuando te dispones a colocarte en alguno de los bancos para realizar tu rutina puedes ver la silueta completa de sudor de la persona que estuvo antes de ti. Lo más prudente es que lleves una toalla pequeña y cada que cambies de aparato lo limpies antes y después de usarlo, por higiene y respeto a los demás.

2- No juegues al objeto escondido

Tus bíceps, tríceps y espalda están listos para convertirse en los más deseados del mundo pero, ¿dónde están las mancuernas?
Cada que termines de utilizar cualquier accesorio como pesas, mancuernas, tapetes, pelotas y bancos, colócalos en su lugar para que los demás puedan usarlos sin problemas. De esta forma ni tú ni los demás pierden tiempo jugando a encontrar el objeto perdido en vez de estar haciendo su ejercicio.

3- Sin gritos es mejor

Es probable que acabes de realizar un ajuste considerable en el peso muerto de tu rutina o quizás un incremento en el número de tus repeticiones y eso en verdad está provocando que te esfuerces más de lo normal; pero créelo, a nadie le gusta escuchar los gritos o gemidos extraños cada que realizas una repetición. Realiza inhalaciones y exhalaciones durante tus ejercicios para controlar el esfuerzo que implica y no azotes el material que ocupas.

4- Para ligar, mejor tómense un café

Entrar a una clase o realizar flexiones mientras tratas de evadir miradas “coquetas” o que te siguen por todo el gimnasio es una situación incómoda que, lejos de levantar pasiones, provoca evasivas. La gente no va a ligar al gimnasio, si estás en busca del amor de tu vida hazlo con una invitación a salir, no acosando tras las escaladoras.

5- Tu maleta no se cansa

¿Entras al área de vestidores y no queda ni un espacio para sentarte pues las toallas, maletas y botes de crema están “apartando” lugar en las bancas? Utiliza únicamente el espacio necesario para cambiarte, coloca tus cosas dentro del locker mientras no las utilices y hazlo de manera apropiada, no permanezcas desnudo innecesariamente.

¡Respeto al derecho ajeno!