El cuerpo mesomorfo es parte de las tres principales divisiones que marcan la composición corporal y que se basan en la estructura ósea. Se trata de las fisonomías que, de manera natural, logran dibujar una figura de V, con hombros anchos y una cintura delgada. Además, son capaces de crear masa muscular fácilmente y genéticamente son el tipo de complexión ideal en el culturismo.
Cada organismo es único y no se pueden encasillar en sólo tres clasificaciones. Algunas características pueden estar combinadas pero existirán rasgos dominantes que es importante que identifiques y tomes en cuenta a la hora de crear o elegir tu próxima rutina de ejercicios.
¿Qué es un cuerpo mesomorfo?
Es la composición corporal deseada por aquellas personas que practican fitness, sobre todo por quienes quieren dedicarse al levantamiento de pesas o el trabajo culturista. Cuentan con una figura atlética, con algunos de los siguientes rasgos.
- Estructura ósea grande.
- Poca grasa corporal.
- Músculos marcados.
- Tendencia natural a ganar masa muscular rápidamente.
- Piernas muy fuertes.
- Hombros anchos.
- Cintura estrecha.
¿Cómo ejercitar un cuerpo mesomorfo?
De forma general tiene mayor capacidad para aguantar un gran volumen de ejercicio durante más días. La actividad física recomendada incluye deportes como el tenis, el triatlón, el crossfit, entre otros. En cuanto a las rutinas en el gimnasio, una combinación equilibrada de cardio y programas de hipertrofia es una buena estrategia.
Con el uso de cualquier aparato y los accesorios de peso libre será suficiente para lograr un crecimiento muscular. Por otra parte, aunque no se requiere de una gran práctica cardiovascular, sí es muy recomendable para facilitar la quema de grasa y ayudar a perder kilos o lograr una mejor definición. Mientras más variado sea el adiestramiento, los resultados serán más seguros.
Aquí les dejamos algunas recomendaciones para hacer más efectiva la preparación de un cuerpo mesomorfo:
- Uso de grandes cargas a velocidad baja o moderada.
- Entrenamiento funcional.
- Movimientos básicos intensificados con peso (sentadillas, desplantes, peso muerto, press de hombros o pecho, etc.).
- Ejercicios de estímulo aislado con poca carga (curl de bíceps, press francés, extensiones de tríceps).
- Realizar 6 repeticiones con grandes pesos o de 25 a 30 con cargas ligeras. En 3 o 5 series.
- Añade otros recursos de fuerza como el uso de bandas de resistencia.
- Cardio 3 días a la semana con duración de 15 a 30 minutos.
- Combinación de HIIT y otras opciones de alta intensidad.
Define el programa adecuado para ti
Elegir una rutina de ejercicios apropiada es como escoger un buen traje, se tiene que adaptar a la fisonomía de cada uno. El tipo de complexión que tengas obedece en gran parte a la genética, pero eso no quiere decir que todo dependa de ella.
Saber si cuentas con algunas características de un cuerpo mesomorfo te permitirá encontrar y desarrollar un entrenamiento más adecuado. Además de contemplar factores como la edad y la condición física, antes de plantearte un objetivo fitness es necesario identificar tu tipo de composición corporal.
Recuerda que puedes apoyarte en los entrenadores de Smart Fit para cualquier cambio en tus programas, ellos son los especialistas que te pueden guiar de mejor forma para lograr tus objetivos.