Mitos y realidades de hacer ejercicio en ayunas

¿Ayunar o no ayunar? Seguramente te has enfrentado a esta pregunta, ya sea por falta de tiempo o por intentar una mayor pérdida de grasa, al realizar ayuno previo al entrenamiento diario, sin embargo, hay muchas ideas contradictorias que señalan que lejos de ser una buena opción, hacer ejercicio en ayunas puede resultar contraproducente y hasta peligroso para tu salud.

Aquí te presentamos algunos mitos y realidades para que tengas un panorama más completo de lo que puede representar hacer ejercicio en ayunas. La idea es que tomes la decisión más apropiada dependiendo de tus objetivos a la hora de hacer ejercicio.

Ayunar para adelgazar

Mito: Hacer ejercicio en ayunas hará que tu cuerpo, al necesitar energía suficiente para realizar tu rutina de costumbre, recurra a las reservas de grasas para consumir los carbohidratos que requiere. De esta forma bajarás de peso de manera eficaz y constante. Además tu metabolismo quedará acelerado y continuará quemando grasa a lo largo del día.

Realidad: Si realizamos el ayuno de manera prolongada podemos provocar que nuestro cuerpo se adapte al poco sustrato energético y deje de bajar de peso.

Todos en ayuno

Mito: Realizar ayuno prolongado previo a cualquier rutina, aumentará tu rendimiento sin afectar tu resistencia. Además promueve la quema acelerada de grasa, ayudando a la tonificación y definición muscular acelerada.

Realidad: Debes tener bien claros cuáles son tus objetivos al realizar ejercicio en ayunas porque no es apropiado para cualquier rutina. Es una práctica efectiva para disciplinas de larga duración como el ciclismo, pues ayuda a que el cuerpo de los atletas se acostumbre y funcionen al cien por ciento sus capacidades en condiciones similares a las de competencia.

Por el contrario, no es apta para deportes de fuerza o resistencia, ya que aquí funcionan las reservas de carbohidratos y si no hay disponibles por el ayuno, es probable que consuman proteínas que componen los músculos, provocando la pérdida de masa muscular y bajas de azúcar que retrasarán tus objetivos.

Ayuno, ejercicio y a comer

Mito: El ayuno más largo que haces es al dormir, si al despertar realizas tu rutina de ejercicio sin consumir alimentos podrás comer lo que quieras a lo largo del día, sin que esto afecte la pérdida de grasa acelerada.

Realidad: Al realizar ejercicio es importante que repongas los carbohidratos y proteínas utilizadas, así como los líquidos y sales. Lo más prudente es que no comas alimentos con las grasas saturadas que ya te esforzaste en eliminar con tu rutina.

Una opción que también puede funcionarte es el ayuno intermitente o modificado, que como su nombre lo menciona son periodos cortos donde ejecutas ejercicio en ayuno y después vuelves a tu rutina alimenticia normal, sin ayunos y sin excesos.