Mejora tu rutina de ejercicio perfeccionando tu equilibrio

Más allá de ser capaz de pararte por un período de tiempo sobre un pie o reaccionar con rapidez a los tropezones de todos los días, el equilibrio es un elemento fundamental en una rutina de ejercicio. El principal punto a favor es que ofrece estabilidad necesaria para lograr un mayor progreso en tus movimientos. Es decir, se trata del control del cuerpo durante un ejercicio complejo que te permite enfocar un estímulo eficiente a ciertas fibras musculares y, a su vez, alcanzar mayor fuerza y tamaño.

Además, ejercitar el sentido del equilibrio puede ayudarte a mejorar tu postura, impulsar tu rendimiento físico, proteger tus articulaciones y disminuir los riesgos de sufrir caídas. Si quieres saber cómo puedes mejorar tu rutina de ejercicio con mayor estabilidad, aquí te damos algunos consejos.

El equilibrio en tu rutina de ejercicio

El equilibrio hace referencia a la capacidad para mantenerse erguido y firme en diferentes posiciones: de pie, de rodillas, sentado o en cuclillas. En el proceso intervienen diversos sistemas sensoriales, como pueden ser los receptores de la vista, el oído interno y las articulaciones, que brindan una noción sobre cuál es el lugar que ocupa el cuerpo en el espacio. 

Bajo esta definición, el entrenamiento del equilibrio se centra en los ejercicios que aumentan tu conciencia kinestésica, es decir, la capacidad de comprender dónde se encuentra tu cuerpo en el espacio. 

¿Cómo mejorar tu equilibrio?

No necesitas ningún equipo especial, por lo que puedes comenzar a trabajar tu equilibrio desde cualquier lugar, a la hora que quieras y después probar sus resultados en tu entrenamiento del gym. Son ejercicios que pueden personalizarse y desarrollarse a medida que tus habilidades mejoran.

Equilibrio sobre una sola pierna

Este es un movimiento sencillo e ideal para comenzar. Sólo tienes que mantener el peso de tu cuerpo cuando estés parado durante largos períodos de tiempo, ya sea lavando los trastes, cepillando tus dientes o esperando el autobús o el ascensor. Con práctica y determinación, podrás progresar manteniendo la posición por más tiempo o cerrando los ojos.

Una vez que hayas desarrollado tu equilibrio sobre una pierna, tendrás oportunidad de agregarle movimiento. Una opción es flexionar la rodilla de la pierna que no toca el piso. Manteniendo esta posición lo más que puedas y luego repitiéndola del otro lado, desarrollarás tu resistencia.

Caminar en una viga

Sólo imagina que estás parado sobre una viga y camina poniendo un pie directamente delante del otro o mantener el equilibrio sobre una pierna. Invita a tu pareja, hijos o sobrinos para que también se diviertan haciéndolo.

Posición de “T”

Coloca tus pies separados al ancho de tu cadera y levanta los brazos de los costados para que el cuerpo simule la forma de una «T». Lleva todo el peso hacia los dedos de los pies y levanta los talones (pararse de puntas), manteniéndolos despegados del piso durante 10 segundos antes de volver a apoyarlos. Realiza 10 repeticiones y ve aumentando la cantidad de tiempo en la medida de tus posibilidades.

Sentadilla con una sola pierna

Esta es una buena alternativa para ir progresando lo trabajado en los primeros ejercicios. Se trata de realizar una sentadilla, pero apoyando únicamente una pierna, mientras la otra la mantienes un poco flexionada hacia adelante con los dedos apuntando al frente. Recuerda que puedes ir bajando poco a poco en la medida de que vas perfeccionando el movimiento.

Patinador de velocidad (Speed skaters)

Al representar un mayor reto y requerir más activación, este movimiento puede ser incluido ya en una rutina de ejercicio como parte de tu calentamiento o una opción cardiovascular. Se trata de realizar saltos de un lado al otro, cayendo en una sola pierna. Es una simulación del desplazamiento que se realiza en el patinaje. La recomendación es mantener contraído el abdomen, la espalda recta e inclinada y las rodillas flexionadas todo el tiempo.

Intensifica tu rutina de ejercicio con un mejor equilibrio

En una rutina de ejercicio, el equilibrio te ayuda a lograr movimientos más eficientes para mejorar el desempeño y prevenir lesiones. Te permite fortalecer el sistema neuromuscular y lograr la estabilidad que se necesita para alcanzar el estímulo que ofrecen movimientos como la sentadilla búlgara, el peso muerto a una pierna o incluso los desplantes con levantamiento de pierna.

¿Quieres conocer más ejercicios que puedan complementar tu rutina de equilibrio? Puedes acercarte a los profesores de Smart Fit para conocer otras alternativas y trabajar más a detalle.